A veces, el viento arroja contra mí el olor de la tierra en la que llueves, del hogar en el que ya no soy sino un extraño.
jueves, 16 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Desde donde la cúpula del día se ve como un cráneo iluminado que piensa en la verdad
1 comentario:
Enigmático. Aunque uno siempre pertenece un poco al lugar donde está. Mal que le pese...
Publicar un comentario