domingo, 22 de junio de 2008

Eternidad

La carne es la semilla de la muerte
y nos cobija.
Busco la eternidad bajo tu pecho.
Sólo encuentro un festín
de senos amputados de la gracia.

El choque de los órganos hinchados
ahoga las gargantas.
Flujos, llanto, sudor y sangre,
nos vaciamos contra el otro
en veneros de ceniza.
¿Me gimes te quiero o es un alarido?

La noche nos arranca de su vientre.
La eternidad hiede a carne podrida al bostezar.
Algo amanece.

martes, 17 de junio de 2008

Abrazo

Cielo y piel abrazan y enardecen lo que nos sostiene: la tierra, el corazón.

lunes, 16 de junio de 2008

Madre de nadie

Libertad, fiera indomable, ya no queremos alojarte en casa. Sólo te reclamamos para arrojarte contra los que odiamos. Madre de nadie, avanzas junto al crepúsculo sangriento, hermano de tu ocaso.

Lacre (coda)

Sangro. Sangras. Sangramos. El lacre con el que la eternidad sella la carta que abrimos temblando.

Claro del bosque (variación)

A nuestro alrededor, el bosque de cipreses -cada una de sus lanzas escolta a la tiniebla-. En medio de lo oscuro, tú y yo entrelazados -un claro donde dos constelaciones arden-. La vida pone tierra de por medio ante la muerte.

Oleaje (tema)

Tú y yo entrelazados. La vida pone mares de por medio ante la muerte.

Puente

Con su mano tendida hacia las cosas, la emoción traza un puente entre el corazón y el mundo.

Arte

El arte es la experiencia que convierte la atención errante en epifanía.

Cicatrices

Desnudo, contemplas tus cicatrices, las firmas falsificadas con las que rubricaron tu dolor. No te consientas el gesto de cubrirlas o acariciarlas.

También te irás

No conoce el dolor quien no anticipa una tumba ante la que negaría las verdades de la aurora.

viernes, 13 de junio de 2008

Piedra

La vida es la única piedra en la que el mismo hombre no puede tropezar dos veces.

Plata

Melancólico, orfebre de la pérdida, trenzas tu jaula con la plata incorruptible de la muerte.

Latido

El corazón del mundo late, soberano, en el pecho donde el lenguaje alborea.

jueves, 12 de junio de 2008

Dolor

El dolor es la medida de todas las distancias.

Muerte

La muerte es el único crimen que no prescribe.

Vida

La vida es el único crimen en el que no podemos reincidir.

Literatura

La literatura es la forma más ineficiente de ganarse la vida mintiendo.

Guerra y paz

Mirad a los amantes desnudos y agotados, frente a frente. Con las armas depuestas, se han dado por vencidos y por vencedores mutuamente.

miércoles, 11 de junio de 2008

Eva

En los tiempos oscuros, cuando el fuego no era más que un animal esquivo que dañaba al rozarlo, ella alentaba la llama secreta en los cuerpos furtivos que acogía su abrazo. Tu antepasada.

Nomadismo

Hastiado nómada de los cuerpos, tus allanamientos nocturnos constituyen el único crimen en el que nunca reincides.

martes, 10 de junio de 2008

Ruego

Conviven en mí dos hombres: el que está enfermo de los demás y el que tú abrazas. No me sueltes.

lunes, 9 de junio de 2008

Aliento

Tus manos ávidas de inmediatez ahogan el presente. Cada aliento robado te acerca a convertirte en huérfano del porvenir.

Ítaca

Ítaca es el nombre de tu sombra.

Eternidad

Qué poca eternidad cobijan las promesas.

domingo, 8 de junio de 2008

Eco

Sólo resuena el mundo para mí cuando tu oído, ante mi pecho, convierte el corazón en caracola.

Sal

Reivindico mis pírricas victorias en el mar de la tiniebla; haberme alimentado, en el naufragio, del corazón salado de la lágrima.

Misantropía

La mirada del misántropo se clava sobre el prójimo como la aguja de un lepidóptera que clasifica, irrevocable y asqueado, sus capturas.

Hoy has quedado atravesado en el espejo.

Profeta

Él ve en un gesto descortés, en un razonamiento negligente, en el desprecio de una lágrima preparativos del apocalipsis. Sus labios saben siempre a despedida. Su saliva es epitafio. Su mirada cenicienta, un puente derrumbado entre distancias.

Depredadores

Protégete de aquellos que pretenden hacer literatura. Se apresurarán a convertirte en el alimento de sus letras.

sábado, 7 de junio de 2008

Envidia de los dioses

Ante el fulgor de lo que nace y muere, oh mortales, ¿quién querría celebrar lo perdurable?

Raíces

Resguardaste tus vacilaciones del ladrón de la paciencia y no olvidaste mantener bien arriagado el ardor de sus cipreses. Firmes y erguidos perserveran en la maduración de tus incertidumbres, esperando la lluvia en que florecen las verdades.

Venero

Conviértete en el predador de tus epifanías, cuidándote de no agotar su fuente postrimera.